jueves, 3 de julio de 2008

El acné


El acné afecta principalmente a los adolescentes, y por lo general se debe a los cambios hormonales propios de la etapa de vida, sin embargo el padecerlo provoca baja autoestima

Es un hecho que todas las enfermedades afectan al paciente tanto física como anímicamente, en mayor o menor medida, dependiendo del padecimiento que se trate. Sin embargo, es muy probable que ninguna enfermedad impacte más que aquella que afecte la apariencia o estética de quien la sufre, especialmente si se trata de una persona joven en plena adolescencia.

Y es precisamente en la adolescencia, momento de cambios “drásticos” físicos y anímicos, que se es más vulnerable a la inseguridad y, por cambios hormonales propios de este estado, a un padecimiento que puede llegar a marcar a un adolescente: el acné.

El acné, también conocido como acné vulgar (acne vulgaris), es una enfermedad inflamatoria de la piel causada por una infección bacteriana, que se desarrolla cuando un incremento en el nivel de hormonas hace que las glándulas sebáceas de la dermis produzcan más grasa. Esto ocasiona la obstrucción de los poros de la piel por dicha grasa, además de por células muertas y bacterias.

Las zonas donde se manifiesta más comúnmente son la cara y la parte superior del cuerpo, donde existen muchas glándulas sebáceas, como el cuello, hombros, brazos, pecho y espalda.

Si bien se trata de una enfermedad que prácticamente casi todos los jóvenes sufren alguna vez durante la pubertad, y a veces también años después, suele ocasionar problemas emocionales, a veces tan severos que "obliguen" a los jóvenes al aislamiento.

La presentación del acné puede ser variable: desde espinillas aisladas hasta una piel saturada de dolorosos granos de pus.

Con el tiempo, la respuesta de la mayoría de las personas es mejor y el acné tiende a desvanecerse o al menos disminuye después de la pubertad, sin embargo, no es posible predecir cuánto tiempo tardará en desaparecer por completo.

En 1990 la Academia Americana de Dermatología clasificó los niveles o tipos de acné en leve moderado y severo, diferenciación que es aceptada en todo el mundo.

El acné leve es el más superficial el menos visible por la cantidad pequeña de erupciones; es producido por la obstrucción del poro y por la acumulación de grasa o sebo en su interior, lo que da lugar al conocido comedón o grano blanco (si el poro está cerrado del todo) o los puntos negros o espinillas (si el poro no está cerrado del todo y se ve el sebo interior con coloración negra).

En el tipo moderado, el paciente tiene diversas erupciones y granos, sin saturar el área afectada, tiene algo de inflamación y muestra ya erupciones prominentes.

El acné profundo es el de mayor gravedad y molestia, en él, además de la obstrucción del poro, se produce una inflamación del pelo y de la glándula sebácea, lo que da lugar a los granos rojos profundamente arraigados, en ocasiones con pus, que duelen y que a la larga dejan cicatriz si no se realiza un tratamiento adecuado y oportuno.

Aún cuando el paciente requiere de mucha paciencia y de cuidados precisos, es muy importante señalar que el acné sí se cura. Para ello es fundamental que un Dermatólogo atienda y supervise de manera individual cada caso, de modo que la enfermedad se pueda tratar de forma eficaz y segura.

En la actualidad se dispone de tratamientos efectivos para cada tipo de acné y el especialista debe seleccionar el más idóneo según el tipo de lesiones de cada paciente. Es casi una regla que los resultados del tratamiento no se verán antes de al menos tres meses, pero el éxito ante el acné está casi garantizado si se siguen los cuidados al pie de la letra.

Hay muchos productos en venta para el tratamiento del acné, muchos de ellos con efectos no probados científicamente, como aquellos que prometen resultados en 2 semanas, y que muy probablemente resultarán no solamente decepcionantes, sino que pueden llegar a complicar el proceso.

En el acné leve, por lo general se emplean tratamientos externos que ayudan a la desaparición de las espinillas. Mediante medicamentos tópicos y limpiadores especiales, la piel se renueva rápidamente y se reducen las cicatrices.

Sin embargo, el acné moderado y en especial el severo deben tratarse, casi siempre, desde el interior con medicamentos tomados por vía oral.

Como el tratamiento más efectivo contra los casos severos de acné se encuentra la isotretinoína, un metabolito de la Vitamina A que funciona reduciendo la secreción de las grasas y afectando también a otros factores relacionados con el acné. Desde hace años, Grupo Roche Syntex ha desarrollado y estudiado clínicamente esta sal, integrando un medicamento de gran efectividad al arsenal médico para el combate del acné.

“Se ha demostrado que la isotretinoína es muy efectiva tratando el acné grave y además puede mejorar, o bien limpiar, alrededor del 80% de las lesiones de los pacientes con resultados sorprendentes. Este medicamento tiene efecto más duradero que los tratamientos antibacterianos y a menudo curará el acné para siempre. Cabe señalar que este es un medicamento de prescripción, por lo que invariablemente deberá ser el Dermatólogo quien lo indique como la mejor opción y quien supervise, a lo largo de toda su indicación, la evolución del paciente”, comentó la Dra. Lucia Achell Nava, gerente médico de dermatología de Grupo Roche Syntex México.

A manera de cuidados generales y como coadyuvantes en el tratamiento del acné, siempre es recomendable seguir recomendaciones, algunas de las cuales se enlistan para información de los pacientes:

*No exponerse al sol, en exceso.
*Usar filtros protectores solares cuando se esté al aire libre.
*Utilizar una crema regeneradora e hidratante, con alta tolerancia para pieles sensibles.
*Cuidar el consumo de alimentos con alto contenido de grasas y yodo (sal)
*Existen muchos conceptos erróneos y rumores sobre las causas y curas para esta enfermedad, pero la información y la supervisión de un médico especialista siempre serán opción más segura para acabar con el acné y sus consecuencias.

1 comentario:

velez dijo...

es cierto, el padecer acne, puede provocar muchos efectos psicologicos, disminuir la autoestima, disminuir la capacidad de relacionarse con la gente sobretodo del sexo opuesto, llevar al aislamiento y retraimiento por miedo a exponerse en publico, por eso creo que es muy importante combatirlo y mas aun intentar prevenirlo para que no afecte demasiado a quien lo padece en su vida social.